Leche de avena casera

Mezcla los copos de avena y el agua mineral sin gas en una jarra o en un bol.

Remueve la mezcla y apártala durante un par de minutos.

Vierte un par de cucharadas de la mezcla en el extractor, procurando añadir tanto copos como agua. Pon en marcha el extractor con el filtro de malla fina y añade otras 2-3 cucharadas, abre el dispensador y sigue así hasta que hayas utilizado todo el contenido de la jarra.

Vierte la leche en una botella esterilizada y ciérrala bien con la tapa.
No tires los "restos" (pulpa de soja, también llamada "okara"), ya que puedes utilizarlos para preparar gachas, pasteles o galletas.

Mantén la leche de avena en el frigorífico durante 3-4 días como máximo.